Para
explicar su internamiento durante cinco años en el manicomio londinense de
Bethlem,
en el siglo XVII,
el dramaturgo inglés Nathaniel Lee
resumió lo
ocurrido con una frase que hoy sería un magnífico titular:
"Me llamaron
loco y yo les llamé locos; y entonces, maldita sea, me ganaron por
mayoría".
Todos los días, en algún lugar, una locura establecida, por
mayoría
o por fuerza, trata de imponerse como sentido común,
mientras el
disenso es cosa de locos.
Hasta que la locura se desmorona y el disenso aparece
sensato como un pan.
Podríamos hablar así de un método Nathaniel Lee
para interpretar la historia y leer la prensa de cada día.
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