miércoles, 13 de agosto de 2014

Bajamar









estamos en plena bajamar a esta hora,   al atardecer una luna.. la luna... aparece  poderosa.. paseando y subiendo hasta el amanecer ... las gaviotas están muy revueltas, en tre los nubarrones fisga un rayo de sol y un cielo azul... es hermoso.. y sin nombrar personas.. gente.. seres humanos.
la vida sigue?

No. no sigue... igual..  
aunque haya ganado el Real Madrid.. o tengamos la cotidianeidad  apacible en este rincón..
cómo puede ser igual?.. por qué es igual?

se encadenan los asesinatos con armas legalmente proporcionadas.. si se apacigua Siria o no es primera plana.. y Ucrania. ....el carbón va a la hoguera israelí-palestina.. pues vamos a Irak.. y  mandemos armas?  para defender de la barbarie.. pero quien proporciona las armas a la barbarie?
y mueren.. sin esperarlo.. sin estar en el frente.. los civiles. 

civiles? qué son civiles?  son  robots?  que pasan por aquellos lugares?  no tienen cuerpo humano. alma humana. su casa, sus hijos. su familia.. sus ilusiones , su vida cotidiana, como la tenemos aquí ahora?

y boom... despedazados.. asesinados..  y

es que la muerte no es ver a una persona. a un cuerpo humano sin vida.. es que no vuelve.. es para siempre y eso .. da igual?

la vida sigue Igual?   cómo somos capaces?
si no fueramos capaces.. no seguiría igual.. seguiría mejor pero para todos... 
lo consentimos.. los silenciosos

como ver la marea , la baja y alta mar como algo normal.. tampoco lo es.. y ellos tienen derechos a disfrutarla ya que nosotros ni lo apreciamos en un 70%

otro buen espectáculo del planeta..  que merecemos todos, sin sufrimiento que nos da la gana que sea igual...

Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.

Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.

Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.

Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.

Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.

A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.

Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.

Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.

Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.

Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.

Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.

En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.


Wislava