lunes, 17 de abril de 2017

las bombas madre y padre

No hay manera ni de cómo titular esta entrada
ya veremos
ya surgirá
se trata de la distancia...  a años luz.. entre gobernantes y "pueblo"  y ciudadanos

Los países resulta que se creen poderosos porque tienen la bomba madre.. la gran bomba .. destructora

y tal país dice.. yo la tengo mayor.. y el otro...  dice.. la mía es más destructora

y la prueban,, varias veces. sin mucha publicidad pero con mucha destrucción..
que en las pruebas no matan a gente? no matan a gente directamente pero destruyen..
da igual en Siberia que en el desierto.. destruyen todo lo que pueden.. contaminan... gastan. consumen..

estos gobernantes hablan  en nombre de ?? su país??

pero saben qué es.. su país?  es un ente que ellos pisan desde la cúpula?

qué hay debajo?  qué es un país? 

 ellos creen que sólo un territorio.. y sus ideas.. y sus  "conciertos" con unos y otros.. y muchos estamentos dóciles a su servicio

soldados.. en los ejércitos.. ciudadanos comidos de coco..? estos últimos cada vez menos

y están destruyendo con unas armas fuera de lugar de atrasados e inmovilistas que son..
las nuevas civilizaciones ya no destruyen

si uno dice.. Yo puedo más.. yo destruiré.. hay que invadir tal otro territorio o País..

en nombre de quien lo dicen y .. hacen?

exclusivamente de ellos .. de ese gobernante. y de su círculo de poder.. mundial..
(para fijarse bien en Mundial.. que mandan en el mundo orbe mundial !!
ahí está el meollo de todo esto
y los medios de comunicación.. lo repiten.. como loros..  y hacen ver que se lo creen y sale bien como noticia "bomba" en los medios..

pero no tienen ni idea de lo que quiere , queremos los ciudadanos.. las personas

no queremos nada.. niente.. never.. nada  parecido

ni bombas.. ni guerras.. ni fomentar revueltas.. ni contestar a las revueltas..


queremos paz.. y qué es la paz? 

pues una tranquilidad  d e hacer con nuestra vida lo que queremos sin nada de la maquiavélica  madeja de  esos  líos mundiales a nivel  alto de poder

nos interesa  ir a la compra.. a nuestro trabajo.. a nuestra clase.. ir al parque, subir al monte. nadar en un río.. adornar NUESTRA casa... hacer rica comida y sencilla y SANA

no tenemos nada.. la inmensa mayoría que, aún siendo diferentes  nos impida  vivir juntos en paz.. nada...
 de hecho así se vive
no queremos quitar los diamantes al gran señor de los diamantes. ni del coltan.. ni del silicio.. ni de.. no queremos..

 queremos vivir la vida diaria como nos gusta. y para nada conspirando y amenazando y metiendo miedo y armando la destrucción y la muerte..

cada vez mueren más de los nuestros  .. los nuestros son personas.. da igual que estén en Oriente Medio oriente Próximo en la calle de al lado
esta orquesta mete un ruido mortal.. destructor.. ensordecedor.. y  
ya no podemos más

que paren.. que paren!! 

nada.. n o se enteran.. nosotros.. los vecinos del barrio.. del barrio de donde sea.. no queremos nada de todo lo que ellos dicen que quieren y pueden..... nada

se les ha votado.. en democracia..  (y manipulada hasta la demoniacia.. 

 porque no responden en absoluto a la vida de los barrios de la gente de esos barrios.. sean de lujo o humildes pero con vida

las bombas madre y padre.. matan a    sus   HIJOS
y éstos  queremos que
el tiempo de vida que tengamos en este planeta. .nos la dejen vivir  sin ellos..
sin ellos

las bombas madre y padre.. matan a  ....  sus   HIJOS

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4 comentarios:

  1. Mi amigo
    que es un poeta
    convocó a los poetas.

    Hay que escribir un poema
    sobre la bomba atómica
    es un horror,
    nos dijo,
    un horror horroroso,
    es el fin es la nada,
    es la muerte.

    Nos dijo,
    no es que te mueras sólo
    en tu cama,
    rodeado
    del llanto y la familia,
    del techo y las paredes.

    No es que llegue una bala
    perdida o encontrada
    a cortarte el aliento,
    a meterse en tu sueño.

    No es que el cáncer te marque
    te perfore,
    te borre.

    No es tu muerte,
    la tuya,
    la nada que ganaste,
    es el aire viciado,
    es la ruina de todo
    lo que existe,
    de todo.

    Nadie llorará a nadie,
    nadie tendrá sus lágrimas.

    Y eso es lo más horrible,
    la muerte sin testigos,
    sin últimas palabras
    y sin sobrevivientes.
    La muerte toda muerte,
    toda muerte.

    ¿Me entienden?

    Hay que escribir un poema
    sobre la bomba atómica.

    Quedamos en silencio
    con las bocas abiertas,
    tragamos el terror
    como saliva helada,
    luego nos fuimos todos
    a cumplir la consigna.

    Juro que lo he intentado
    que lo estoy intentando,
    pero pienso en la bomba
    y el lápiz se me cae
    de la mano.

    No puedo.

    A mi amigo el poeta,
    le dire que no puedo.

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  2. Y ahora de Don Antonio Machado:

    Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
    y un huerto claro donde madura el limonero;
    mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
    mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

    Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
    —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
    más recibí la flecha que me asignó Cupido,
    y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

    Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
    pero mi verso brota de manantial sereno;
    y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
    soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

    Adoro la hermosura, y en la moderna estética
    corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
    mas no amo los afeites de la actual cosmética,
    ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

    Desdeño las romanzas de los tenores huecos
    y el coro de los grillos que cantan a la luna.
    A distinguir me paro las voces de los ecos,
    y escucho solamente, entre las voces, una.

    ¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
    mi verso, como deja el capitán su espada:
    famosa por la mano viril que la blandiera,
    no por el docto oficio del forjador preciada.

    Converso con el hombre que siempre va conmigo
    —quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
    mi soliloquio es plática con ese buen amigo
    que me enseñó el secreto de la filantropía.

    Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
    A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
    el traje que me cubre y la mansión que habito,
    el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

    Cuando llegue el día del último vïaje,
    y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
    me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
    casi desnudo, como los hijos de la mar.

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  3. muchísisisismas gracias, hijos de la mar..

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