martes, 5 de julio de 2016

toki egin

Entreme donde no supe y quedéme no sabiendo
toda ciencia trascendiendo.


Yo no supe dónde entraba
pero cuando allí me vi
sin saber dónde me estaba
grandes cosas entendí
no diré lo que sentí
que me quedé no sabiendo
toda ciencia trascendiendo.


De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida vía recta
era cosa tan secreta
que me quedé balbuciendo
toda ciencia trascendiendo.


Estaba tan embebido
tan absorto y ajenado
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo
toda ciencia trascendiendo.


El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece
y su ciencia tanto crece
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.


Cuanto más alto se sube
tanto menos se entendía
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,

toda ciencia trascendiendo.

Este saber no sabiendo
es de tan alto poder
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer
que no llega su saber
a no entender entendiendo
toda ciencia trascendiendo.


Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber
que no hay facultad ni ciencia
que le puedan emprender
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.


Y si lo queréis oír
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo
toda ciencia trascendiendo.



En este bello poema, San Juan de la Cruz nos habla acerca de dos formas de adquirir


el saber: una de la mente, la otra del espíritu. Ya que el conocimiento del espíritu es

superior que el conocimiento de la mente, este último se ve abrumado, y rinde así su

privilegio ante el saber espiritual, permitiendo la coexistencia de ambas visiones en el

mismo hombre
(

toki Egin... homenaje a San Juan de la Cruz... Eduardo Chillida , en el jardín de Sabatini.. Madrid
 

Desde el espacio
con su hermano el tiempo
bajo la gravedad insistente
con una luz para ver como no veo.


Entre el ya no y el todavía no
fuí colocado.


El asombro ante lo que desconozco fue mi maestro.


Escuchando su inmensidad.


He tratado de mirar, no sé si he visto."


Chillida, Eduardo.. además.. escultor
 




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