hay gente que es de hablar.. o de mirar.. o de contemplar.. o de rezar.. o de pintar.. o de escribir.
o de trabajar y vivir.. o de compartir o de.....
Muñoz, Juan
Joseph Vicent.. es gente de..... música..
la maravilla del ser humano.. o seaase.. hombres y mujeres del planeta tierra
transmite la música con tal alegría y amor.. que es ..
internacional..
dirige la Orquesta del Mundo.. World orchesta con más de 65 músicos del planeta
es valenciano.. o sea de por aquí..(Valencia España)
acaba de publicarse un articulo que ha escrito precioso sobre su estancia en Sudáfrica .. con la música, con la orquesta
se titula
la eduación o el amor
Para mí, la música lo es cuando es interpretada con el deseo y la transparencia emocional que garantizan su sinceridad y discurso orgánico (a pesar incluso de los maravillosos defectos que sean fruto de esa sinceridad).
No me queda ninguna duda, ni hay argumento político que me pueda convencer de lo contrario.
El poder de la música como arma de movilización social,
como instrumento para ayudar a la población a generar ilusión,
deseo de mejorar, arma para
avanzar hacia un mundo mejor, recurso educativo, lenguaje y puente de comunicación libre de manipulaciones y malversaciones, es indiscutible
él lo dice todo y bien
(iba a poner un minion pero son tan.. tan.. tan..
horrorososos)
la carta .. laudato si...
cuidado de la casa común, planeta tierra
publicada en mayo
es real y por eso dura, bastante dura
extractos mínimos..
el ser humano todavía es capaz de intervenir positivamente. Como ha sido creado para amar, en medio de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad, solidaridad y cuidado.
la desertificación del suelo es como una enfermedad para cada uno, y podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una mutilación
No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos
intervenciones humanas:
en la naturaleza estos procesos tienen un ritmo lento, que no se compara con la velocidad que imponen los avances tecnológicos actuales, aun cuando estos avances tengan detrás un desarrollo científico de varios siglos
A veces no se pone sobre la mesa la totalidad de la información, que se selecciona de acuerdo con los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos.
Es preciso contar con espacios de discusión donde todos aquellos que de algún modo se pudieran ver directa o indirectamente afectados (agricultores, consumidores, autoridades, científicos, semilleras, poblaciones vecinas a los campos fumigados y otros) puedan exponer sus problemáticas o acceder a información amplia y fidedigna para tomar decisiones tendentes al bien común presente y futuro
en nuestra habitación, en nuestra casa, en nuestro lugar de trabajo y en nuestro barrio, usamos el ambiente para expresar nuestra identidad. Nos esforzamos para adaptarnos al
medio
y, cuando un ambiente es desordenado, caótico o cargado de contaminación visual y acústica, el exceso de estímulos nos desafía a intentar configurar una identidad integrada y feliz.
El ambiente se sitúa en la lógica de la recepción. Es un préstamo que cada generación recibe y debe transmitir a la generación siguiente
los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan.
Son capaces de mirarse a sí mismos con honestidad, de sacar a la luz su propio hastío y de iniciar caminos nuevos hacia la verdadera libertad. No hay sistemas que anulen por completo la apertura al bien, a la verdad y a la belleza, ni la capacidad de reacción
El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente, a partir de profundas motivaciones, puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad.
Si «los desiertos exteriores se multiplican en el mundo porque se han extendido los desiertos interiores» la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior.